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¿Cómo hacer un Presupuesto de Obra?

Para confeccionar adecuadamente tu presupuesto de obra y que tu reforma (nueva habitación, baño o cocina) cumpla tus expectativas, empieza por definir claramente tus objetivos y el alcance del proyecto. Evalúa el estado actual de la vivienda: ¿hay grietas, humedades o instalaciones obsoletas que arreglar antes de comenzar la obra? Identificar necesidades reales te ayuda a evitar gastos innecesarios.

Debes establecer prioridades (por ejemplo, primero cambiar la instalación eléctrica, luego el alicatado) y saber qué harás ahora y qué dejarás para después. Según expertos, tener “una visión ordenada de cada aspecto” de la reforma evita sorpresas y “ayuda a tomar decisiones informadas”. Ten en cuenta que incluso obras pequeñas interrumpen la vida cotidiana, así que planifica fechas tentativas y evalúa si necesitas un alojamiento temporal o turnos de trabajo parciales.

1. Toma de medidas detallada

Antes de calcular cualquier cifra, mide con precisión todos los espacios afectados. Usa cinta métrica, rodillos láser o incluso los planos de tu casa para obtener dimensiones exactas. Anota el largo, ancho y alto de cada pared, puerta, ventana y rincón que vas a reformar. Estas medidas te servirán para calcular superficies de solados, azulejos, pintura y otros materiales. Por ejemplo, para un suelo necesitas conocer los metros cuadrados totales; para las paredes, altura y longitud de cada tramo. Si dejas “alguna superficie por fuera, el cálculo del precio saldrá muy mal”. Llevar todo en un plan o esquema esquemático facilita luego comparar precios de materiales y mano de obra.

  • ¿Cómo medir bien? Recorre cada habitación con un esquema en papel. Mide puertas (ancho y alto), ventanas, armarios empotrados, etc. No olvides descripciones como “puerta corredera” o “pared con tejado inclinado”.
  • Herramientas útiles: cinta métrica flexible (al menos 5 m), escalera (para alturas), nivel o plomada para medir desniveles, lápiz y papel o app móvil para apuntar.

Con las medidas en la mano podrás avanzar al siguiente paso: elegir los materiales que utilizarás en tu reforma.

2. Elección de materiales y acabados

Los materiales elegidos son determinantes del coste final. Por eso, investiga opciones de calidades y precios antes de comprarlos. Por cada partida (suelo, paredes, muebles, sanitarios…) compara una opción económica, una media y una alta. Por ejemplo, hay pavimentos muy asequibles que ofrecen acabados de calidad, y azulejos de gama alta de imitación madera que son más caros. Elige siempre “elementos que tengan un coste más asequible sin sacrificar calidad”.

Ten en cuenta categorías comunes en reformas:

  • Pavimentos y revestimientos (baldosa, tarima flotante, gres).
  • Material de baldosas/azulejos (baño, cocina).
  • Pintura y acabados de paredes (types de pintura, molduras).
  • Sanitarios y grifería (inodoros, lavamanos, duchas, grifos).
  • Muebles de cocina y puertas interiores/exteriores.
  • Ventanas y cerramientos (tipo de cristal, persianas).
  • Iluminación (luminarias, puntos de luz, si se ponen focos empotrados).

Por cada tipo de material, busca en varias tiendas o proveedores. Consulta catálogos en línea y aprovecha promociones. Como aconseja un experto: compara precios en diferentes proveedores, pues “pequeñas diferencias de precio pueden suponer grandes ahorros en el presupuesto”. No olvides pedir fotos y muestras (por ejemplo, retales de piso o pintura) para no equivocarte al comprar.

3. Estimación de mano de obra

La mano de obra suele ser otro componente clave. Averigua cuánto cobran albañiles, electricistas, fontaneros, pintores, carpinteros, etc., en tu zona. Como señala RealAdvisor, “los profesionales y empresas de reformas pueden tener diferentes tarifas según su experiencia, especialización y ubicación”. El tiempo también influye: una reforma larga de 4 meses costará más por prolongación de alquileres de andamios o pago diario de trabajadores que una obra de 1 mes.

Para aproximar la mano de obra:

  • Investiga tarifas locales: Habla con conocidos que hayan reformado, consulta foros o sitios como Habitissimo (plataforma de reformas en España) para ver rangos de precios.
  • Horas estimadas: Divide el trabajo en tareas (demolición, instalación de nuevas paredes, albañilería, etc.) y estima cuántos días/hombres necesitarán (por ejemplo, 2 albañiles durante 3 días para instalar suelo). Multiplica por la tarifa diaria de cada oficioso.
  • Considera tu propio trabajo: Si dominas algo de bricolaje, puedes ahorrar algo: quizás pintar paredes tú mismo, o desmontar muebles antiguos. Pero ojo: sólo haz tú mismo tareas sencillas (pintura, desescombro) para no comprometer la seguridad. Como advierte RealAdvisor, “realizar tareas muy complicadas sin experiencia puede sacrificar la calidad y la seguridad del proyecto”.

En resumen, haz una tabla con partidas (por ejemplo: albañilería, fontanería, electricidad, carpintería) y anota el coste estimado de la mano de obra de cada una según precios locales. Esta tabla te ayudará a sumar el coste laboral por encima del de los materiales.

4. Trámites, licencias y honorarios técnicos

No subestimes los permisos y licencias: en muchos ayuntamientos de España se exige pedir licencia de obra (mayor o menor) antes de reformar. También necesitarás contratar técnicos (un arquitecto o arquitecto técnico) si la reforma modifica la estructura o es de cierta envergadura. Todos estos trámites implican gastos adicionales. RealAdvisor indica que el “coste de las licencias puede ir desde los 200 € para obras menores, hasta 3.000 € para obras mayores” (varía según municipio). Por ejemplo, en el desglose típico de una reforma se suelen destinar unos 1.000 € a permisos y tasas municipales.

Además, posiblemente deberás pagar honorarios profesionales (arquitecto, ingeniero) que redacten el proyecto y supervisen la obra. En el ejemplo citado se contempla unos 3.000 € para arquitecto/diseñador. Estos costos son obligatorios para obra mayor o cuando se manipula estructura; para obra menor algunos ayuntamientos solo piden declaración responsable (más económica) o ningún trámite. Consulta siempre la normativa local.

Consejo: Averigua con el Ayuntamiento qué licencia necesitas y su costo aproximado. Prepárate para sumar estos gastos en tu presupuesto, pues evitarlos puede resultar en multas o paralizaciones. Como recomiendan los expertos: “No descuides los permisos… no te arriesgues a multas o retrasos al omitir este aspecto importante”.

5. Margen para imprevistos

Toda reforma puede traer sorpresas que eleven el presupuesto. Por eso es fundamental incluir un colchón económico. Lo habitual es reservar entre un 10% y un 20% del costo total para imprevistos. Estos pueden ser: encontrar humedad, tuberías dañadas, estructuras en mal estado, o subidas de precios de materiales durante la obra. Por ejemplo, los materiales han subido notablemente en los últimos años (hormigón +23% de 2019 a 2022, madera +27%), lo que puede inflar tu estimación inicial si la compra se retrasa.

También piensa en “vicios ocultos” en casas antiguas: cables sueltos, roedores en paredes, etc. Ambientecalido advierte que estos pueden aparecer “sobre todo cuando no hay dirección técnica, en inmuebles antiguos” y por eso es “importante concienciarse a nivel financiero” sobre posibles imprevistos.

  • Reserva un 15% del presupuesto total. Es un colchón realista para no quedarte corto.
  • No gastar en extras innecesarios: Evita añadir trabajos “porque sí”. Un dicho común es no caer en el “ya que estamos” (ya que se hace el baño, poner otro tubo de luz) sin control, pues eso “disparará el presupuesto”.

Con este margen, aunque aparezcan problemas serios, tu proyecto seguirá siendo viable. Lo importante es no empezar la obra justo con el presupuesto al límite.

6. Solicita y compara varios presupuestos

Con la información previa en mano, pide presupuestos detallados a varios profesionales o empresas de reformas. Es recomendable al menos 2 o 3 opciones para tener referencias. Exige que los presupuestos desglosen materiales, mano de obra y trámites. De esta manera podrás comparar partida por partida (por ejemplo, si un presupuesto cobra más por azulejos que otro).

Recuerda: el precio más bajo no siempre es mejor. Valora la experiencia y fiabilidad del profesional. Un presupuesto muy barato puede ahorrar costes hoy pero generar problemas mañana. Como aconseja RealAdvisor, “considera la experiencia, reputación y garantías” al elegir. Y no temas negociar: a veces los proveedores bajan ligeramente el precio si se lo pides amablemente.

7. Comparar presupuestos

también te ayudará a confirmar tus cálculos previos. Si un profesional se acerca a tu cálculo inicial (o te explica bien las diferencias), es buena señal. Si detectas mucha discrepancia, revisa con ellos por qué (quizá dejaron algo fuera o usaron materiales distintos).

Cuantos más datos y ofertas tengas, mejor podrás ajustar tu presupuesto. Organiza los presupuestos recibidos en una tabla o cuadro comparativo y revisa cada partida. Así te asegurarás de que tu planificación inicial sea coherente con la realidad del mercado.

Conclusión

En conclusión, elaborar un presupuesto realista requiere un enfoque metódico: define con claridad qué quieres, mide con precisión, investiga materiales y costes de mano de obra, y no olvides permisos ni contingencias. Aplica lo aprendido de fuentes especializadas y utiliza las herramientas mencionadas para afinar tus cifras. Con una buena planificación y un margen de seguridad, podrás enfrentar tu reforma con confianza y sin sorpresas desagradables. ¡Buena suerte con tu proyecto de reforma!